MERCADOS FINANCIEROS Y RELACIONES COMERCIALES TRAS EL BREXIT

13 de julio de 2017

CLAVES DEL BREXIT, DESDE SU ORIGEN HASTA EL ACUERDO FINAL:

MERCADOS FINANCIEROS Y RELACIONES COMERCIALES TRAS EL BREXIT

 

ENTREVISTA CON MANUEL DE LA FUENTE PORRES, CONSULTOR DE HFC

(SEGUNDA PARTE)

 

  • La UE tiene un superávit comercial neto de £50.000 millones con Reino Unido, mientras que este tiene un déficit en cuenta corriente con la UE de £ 100 mil millones. Hoy, el 44 % de las exportaciones británicas van a la UE, que le suministra el 53 % de sus importaciones. ¿Qué pasará? ¿Qué se pone en riesgo toda vez que la UE es el principal socio comercial del Reino Unido?

 

Vamos a llegar a un acuerdo enseguida. No podemos prescindir de este Mercado ni uno ni el otro. ¿Cómo vamos a perder negocio? Sus industrias cerrarí­an y nosotros dejarí­amos de vender.

 

  • ¿Qué pasa con las empresas españolas que comercian con Reino Unido? ¿Cómo afectarán los aranceles a las relaciones comerciales?

No nos interesa poner aranceles (tenemos superávit comercial)

Al final lo que va a quedar es una sensación de que son unos señores egoí­stas, no son solidarios y consideran que la mejor manera es seguir solos. Prefiero coger el auto control -se dicen- y yo gestionar y quitarme ataduras y regulaciones de Bruselas.

 

  • ¿Y no pensarán el resto de paí­ses que es un agravio comparativo? ¿Se van a conformar?

No es una ventaja, es lo mismo que tenemos.

El acuerdo ha de ser equitativo. Lo que se busca es que yo -Europa- no tenga un problema de circulación, de mis ciudadanos y a cambio no les someto a las polí­ticas migratorias.

No tengo ningún problema para venderles.

Por tanto, si hay libre circulación y es recí­proca, las cosas no pueden cambiar.

¿El resto de los países se van a conformar? El Reino Unido se va a quedar aislado; es el castigo que va a tener. No quieren tener el sistema europeo y nunca lo han querido. Ellos siempre han tenido el concepto de que somos una amenaza: cuánto más lejos mejor. Probablemente tienen la visión victoriana de que poseen la gloria todavía una visión absolutamente proteccionista. Pasa un poco como en EEUU con Trump.

El tema de la globalización es un asunto que mientras todos ganaban el sistema era perfecto (se generaba más PIB en todos los paí­ses, habí­a empleo.

Sin embargo cuando aparecen dos nuevas variables, la revolución tecnológica y la deslocalización así­ como el arbitraje laboral, se origina una disfunción que nos está empobreciendo; ahí­ surge el problema.

 

  • ¿Cómo influye el Brexit en los mercados financieros? ¿Quién será ahora el centro financiero o seguirá siendo Londres? ¿Habrá una salida de bancos del Reino Unido?

En principio hay que ver qué es lo que ha pasado hasta ahora.

La libra se devaluó mucho y luego se ha recuperado poco a poco hasta llegar a recuperarse parcialmente.

Los ingleses tienen todas las posibilidades de ganar, con su política de falta de solidaridad. A largo plazo el tema se irá ajustando; algo así­ como ocurrió cuando se salió del sistema monetario de la unión económica.

La actividad financiera de la City muy probablemente va a pasar a desarrollarse en Frankfurt. Todo su área financiera, sufrirá y generará mucho daño.

El desplazamiento de empresas hacia Europa depende de donde tengan el Mercado. Si desde Inglaterra pueden vender a Europa sin problema, no se moverán. Si alguna está muy vinculada al mercado europeo se moverá.

 

  • Se teme que Londres se convierta en un paraíso fiscal… 

No puede haber un paraíso fiscal dentro de Europa; los ciudadanos no podemos permitir que las empresas se radiquen en Irlanda por tener impuestos de sociedades bajos.

Lo que hay que hacer son políticas de crecimiento. Sin crecimiento económico tendremos todos los problemas del Brexit.

Hay que recordar uno de los factores que originan el Brexit es el miedo a asumir los problemas económicos de los demás; se piensa en solucionar los problemas de casa, y la necesidad de establecer una polí­tica de crecimiento.

En Europa hay mucho trabajo por hacer, con muchas gentes y muchas culturas.

En principio tenemos un planteamiento de crecer a través de ayudas del BCE, a través de inyectar liquidez al sistema, aunque se mete en la polí­tica fiscal de cada país, lo que está fuera de su misión.

Creo que cada uno tiene que ser responsable con lo firmado en Maastrich y mantener unas finanzas estables; hay que corregir el empleo o los desequilibrios de empleo; todo ello porque tenemos una serie de indignados ahí…

Por tanto, hay que favorecer el empleo juvenil, hay que formarles porque si pensamos en una época de robotización aún va a ser mucho peor.

Tenemos que conseguir que la gente pueda acceder a las oportunidades de las nuevas tecnologías, con una polí­tica de formación. Por ejemplo, el plan Juncker es muy importante, porque está introduciendo 315.000 millones de euros en el mercado; es una manera inteligente ya que se aportan garantías sin aportar fondos, para que sean los bancos privados los que pongan ese dinero.

En resumen, hay que hacer favorecer el crecimiento económico y no ofrecer grandes rótulos de más Europa; ya vendrá después el tiempo de ver cómo resolver el tratado de Roma del 56 y su lema de Libertad, Bienestar y Paz.

Hay que tener en cuenta además el principio de la subsidiariedad: los ciudadanos europeos no quieren la unión polí­tica, no quieren un solo estado, lo tienen que digerir todaví­a. Los españoles probablemente digamos que sí, pero el resto no.

Nosotros tenemos que recurrir a Europa para aquellas cosas que se hagan mejor desde Europa, pero no para lo que hagamos mejor en las naciones.

Dejemos trabajar en lo que cada uno sabemos hacer bien y sabemos administrar los recursos.

Europa debe dedicarse a otras cosas.

No pueden tener una superestructura en Bruselas costosí­sima y que todo el mundo critica.

Favorecer esa mejor competencia, reforzar el Tratado de Schengen en seguridad, y ser conscientes del problema de la inmigración y que tenemos que darle una solución pero siendo conscientes de que no podemos recibirlos a todos y centrarnos en el origen para acabar con la guerra de Siria. Esas son las claves.

 

  • ¿Cómo afecta al Banco Santander por ejemplo, con sedes independientes -tal y como en su dí­a tranquilizó la presidenta Ana Botín-, pero con una muy importante en el centro financiero de Londres?

El Banco Santander es un ente internacional y tiene sus políticas e intereses en distintas áreas de negocios. Le ha podido afectar en lo que ha pasado este año, pero si se ha recobrado el valor de la libra y no habido devaluaciones importantes, se irá ajustando solo.

Yo me preocuparía más por Brasil.

Ha hecho una apuesta por el mercado inglés y tendrá que resolver cómo le afecta si el centro financiero se traslada a Frankfurt.

Igual lo que tenga que hacer a largo plazo pase más que por cerrar, por reducir en Londres y centrar su actividad al otro lado del canal. Con acuerdo o sin acuerdo nunca vamos a tener el centro financiero en Londres, parece lógico.

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